Sin la menor duda, SÍ. Por lo menos la ortografía. Vaya y pase algo de sintaxis y gramática pendiente. Pero la ortografía... Dos casos: En mi corto paso por la docencia en Mercadeo y Publicidad, la ortografía era el 50% de mi nota. El argumento era simple: El mensaje es nulo, o por lo menos ambiguo, si está mal escrito. No se le cree a un aviso, una valla o un eslogan, si la ortografía está errada. En redes, hoy por hoy, un mensaje mal escrito tiene menos capacidad de impregnar al lector, menos credibilidad y da "mala espina" sobre el emisor si llega con barrabasadas ortográficas. Este texto lo encontré en una publicidad de unos cursos de escritura en Instagram. El inicio es solo "ventas" con verdades, pero las últimas frases respaldan mi argumento: "¡Que no te engañen! De verdad, que no lo hagan. Muchos dicen que se nace con talento (cierto) y que sin él no llegas a ningún lado (falso). Mira, te voy a poner algunos ejemplos: JK Rowling, Stephen King, Agatha Christie, Stieg Larsson, George Orwell... Todos ellos fueron rechazados, algunos durante años, por editoriales a las que mandaban sus textos. ¡Editoriales! Editoriales donde trabajan profesionales que se supone deben reconocer el talento. Valorar el talento es complicado. Lo que las editoriales o agentes literarios sí valoran son otras cosas. La primera: la capacidad de enganchar del escritor. La segunda, que el texto esté bien escrito, no perfecto, pero medianamente bien escrito. En un texto con faltas de ortografía no pasan de la primera página, y da igual lo que enganche porque normalmente escribir mal conlleva a complicar la lectura." Soy el primero en ponerle mala cara a un mensaje, una carta, un texto equis que traiga mala ortografía. Y cuando digo "mala cara", llego casi al desprecio pleno. Respeto a mi vecino campesino que no terminó la primaria cuando me deja una nota mal escrita a mano para decirme que pasó a saludar. Incluso si es un whatsapp. Pero a un estudiante universitario, a un "influencer" con por lo menos el Bachillerato y acceso a Google y Word, a una revista que pasa por muchas manos, una valla, una etiqueta... a esos los excomulgo por la ortografía. No hay excusas. Solo es desidia. Y me disculpan lo "facho" del discurso... Es que es casi una cuestión de alergia... 😊