-A ver papi, si no colaborara le va a doler más… un, dos, grabando...
En el charco sobre el piso, Félix observa el reflejo de la vela que ha estado derritiéndose sobre su cabeza. Está atado de manos y su cuerpo desnudo desprende un olor inquietante. Ya quiere irse, está derrotado. Hace su mejor esfuerzo, pero la respiración se le agota y no puede leer con naturalidad el escueto comunicado que le obligan a grabar.
-Mmm llamo F…
-No tengo todo el día, estoy perdiendo la paciencia.
Félix toma aire y se cuestiona. No debió confiar en Augusto. Cuando militó en la JUCO, un camarada le dijo que antes que la amistad estaba la causa, la revolución. Le aconsejó que no se aferrara a nadie y sí había que morir por el objetivo, todas las luchas valdrían la pena. Está dispuesto a morir, pero ya no por la causa, sino porque siente que no pude hacer nada más que desistir, a todo. Ya nada lo ata al mundo.
-Debí matarme para no darles este gusto -murmulla entre dientes
-¿Qué dice? ¿mucha escama?
El subordinado de Augusto le asesta un golpe en la barriga que lo deja sin aire. Le echa otro baldado de agua helada en la cara y lo amenaza:
-Esta es la última vez que se lo vamos a pedir. Si no quiere colaborar, aténgase…
Félix respira y alcanza a decir:
-Ya voy, ya voy…
-Vengo en 10 minutos, repita el mensaje si quiere, practique, no quiero más esa voz blandita, necesitamos que suene real, como varón. Ojo, ya sabe, que se le note angustiado, pero con voz natural.
Félix ya confirmó que lo utilizan como falsa víctima, que todo tiene un interés político. Cuando vuelve su verdugo intenta mirarlo a los ojos y con una convicción inesperada le dice:
-Estoy listo.
Durante las 4 horas que han estado en ese oscuro sótano, su captor no lo ha mirado a los ojos ni una sola vez. Félix no ha percibido eso como cobardía porque solamente capta en su verdugo la rabia expresada como mecanismo de humillación con él, la víctima, para ejercer su poder. El mensaje finalmente queda registrado en una nota de voz que se encargarán de difundir por whatsapp:
“Me llamo Félix. La campaña del partido de gobierno me torturó y me quitó una mano porque me negué a ser un informante sobre mi amigo el candidato Augusto, Tuto Villar a quien planean desaparecer. Me encargaron a mí la misión de envenenarlo porque sabían que yo me la pasaba con él, pero yo no voy a matar a mi amigo. Le pido a la comunidad internacional y los organismos de derechos humanos que cuiden a los opositores del gobierno, la democracia está en riesgo. Hay serias amenazas contra todos nosotros. Quieren instalar una dictadura. Yo no puedo más con esto, me voy. Hace años debí suicidarme y no tuve el valor, pero ya no aguanto más. Pido perdón a todos los que todavía les debo dinero y pido perdón si le causé algún dolor a alguien. Responsabilizo de mi muerte al Candidato Urrego y a su grupo político. No busquen mi cuerpo, cuando lean esto ya estaré hundido para siempre”.
-Listo ¿sí ve que sí podía? Tome.
Félix recibe un vaso con agua tibia y observa un organismo vivo en el fondo. El agua turbia que le dan a beber puede hacerle daño, pero no le importa. Intuye que este será el último trago que ingerirá antes de que lo desaparezcan.
-¿Qué van a hacer conmigo?
-Cállese socio.
-Dígale a Augusto que coma mier…
-¡Qué se calle!
Una cinta le ahoga cualquier intento de comunicarse de nuevo mientras comienza a escuchar la orden que recibe su verdugo a través el teléfono. Reconoce la voz del que fue su amigo, el “gran Tuto”.
-Ya sabe, muévalo de noche y mañana mismo comienzan la construcción.
-Sí señor, este sapo ya está listo.
¡El CAMBIO es ahora o nunca, vamos a vencer! Hoy inauguramos nuestra nueva sede de campaña. Hemos construido esta casa con el aporte voluntario de generosos simpatizantes de nuestra campaña. Hoy le decimos al mundo que hablaremos por los desposeídos, por los más pobres, por los olvidados. Esta, la Casa Helmo por el Cambio recuerda a una de las víctimas de este Estado criminal: Félix Helmo Bustamante, mi gran amigo, que fue desaparecido hace seis meses por la mano oscura del establecimiento. No nos confiemos en las encuestas que ya nos dan el triunfo, vamos a votar todos en masa, vamos a cambiar este país.
Después de recibir los aplausos y los gritos de apoyo libreteados por la campaña para dar un mensaje de apoyo popular, Augusto baja de la tarima y mira al suelo. Sabe que nunca encontrarán el cuerpo de Félix. Un escalofrío lo confunde cuando recuerda que su subordinado le contó sobre el último grito de Félix antes de ahogarse con la tierra que lo escondió para siempre fueron: “¡nunca vencerán!”
Los resultados preliminares reportados por el escrutinio inicial permiten establecer que si se consolida la tendencia, la votación por la lista cerrada del Partido del Cambio Común será histórica y el Congreso de la República tendrá nuevas mayorías. Augusto Villar Borda, candidato que encabeza la lista de la opción progresista se perfila desde ya con un prometedor futuro político, incluso como futuro candidato a la Presidencia, aunque su mensaje ha sido enfático:
“Por ahora vamos a ocupar el cargo en el Senado, de las opciones de llegar a la presidencia en un futuro hablamos después. Hoy la Patria nos convocó a dar lo mejor de nosotros en el legislativo y vamos a cumplirle al pueblo que ha sido claro con su mandato en las urnas”.
Dentro de una hora ofreceremos el siguiente boletín informativo con resultados parciales sobre el escrutinio...
FIN
Por: Luis Felipe Jiménez Jiménez (1976)
© Todos los derechos reservados 2022
Imagen: Malik Skydsgaard
Con este capítulo concluye la historia. Accede a todos los capítulos acá:
Tan parecido a la realidad...
Pero me faltó el romance con doña Pili. Saludos.
Un triste final para Félix...😢